La pirámide de los alimentos es una clasificación de los alimentos que muestra con qué frecuencia y en qué cantidad se debe tomar cada alimento para mantener la salud y el buen funcionamiento del organismo.
En la Pirámide se diferencian varios niveles (considerados de abajo a arriba).
Primer nivel.
Es la base de la pirámide y en ella se encuentran: cereales, pan, arroz, harinas, patatas y legumbres frescas. Son alimentos que contienen carbohidratos complejos.
Este grupo aporta la mayor parte de calorías diarias.
*La cantidad de calorías consumidas debe ser proporcional al gasto energético de cada persona.
Segundo nivel.
En este nivel se encuentran: verduras y frutas. Son alimentos pobres en grasas.
Este grupo aporta gran cantidad de minerales, vitaminas (especialmente las antioxidantes), fitoquímicos y fibra.
Tercer nivel.
Localizado en el centro de la pirámide, en el que se encuentran: lácteos (con calcio), carnes blancas y magras (con hierro, zinc y bajo contenido en grasa), pescados (con grasas beneficiosas), mariscos, huevos y legumbres.
Este grupo aporta proteínas de alto valor biológico.
Cuarto nivel.
El penúltimo nivel de la Pirámide es donde encontramos: aceites, grasas, mantequilla, margarina y alimentos grasos (como las aceitunas y frutos secos).
En este grupo se diferencian dos tipos de alimentos grasos: por un lado están los aceites vegetales como el de oliva que contienen ácidos grasos beneficiosos y por otro lado están las grasas de origen animal con ácidos grasos saturados y colesterol.
En esta pirámide, el aceite de oliva se encuentra separado del resto de grasas para destacar su carácter beneficioso.
Quinto nivel.
Es el compartimento más pequeño y en donde se localizan: alimentos que contienen mucho azúcar y alimentos industriales que contengan grasas saturadas y grasas trans (perjudiciales para la salud).
Se recomienda restringir el consumo de los alimentos de este grupo.